En esta ocasión, y con la intención de que tengas cada vez más información acerca de la prevención y extinción de incendios, te vamos a hablar sobre los hidrantes.
Siempre viene bien estar preparado y sentirse seguro ante cualquier posible fuego que se produzca. Y si tienes la información necesaria, podrás decidir mejor qué sistema contra incendios instalar en tu vivienda o empresa. Al respecto, si tienes dudas, puedes consultar a nuestros expertos y analizarán tus necesidades para recomendarte la mejor solución.
Pero ahora volvamos a los hidrantes. Estos son equipos de extinción de incendios que se instalan en las zonas exteriores de los edificios. También puede que los conozcas bajo el nombre de boca de incendios.
¿Cómo funcionan los hidrantes?
De una manera tan sencilla como eficaz. Los hidrantes van conectados a una red de abastecimiento de agua, que puede ser pública o privada, para que en caso de incendio los bomberos puedan conectar una manguera con la que se suministra agua para apagar las llamas.
En algunas ocasiones también se recurre a estos equipos de extinción para rellenar la cisterna que llevan incorporados los camiones de bomberos.
Como te decíamos, se trata de un sistema simple pero que da muy buen resultado.
Los hidrantes se instalan en zonas señalizadas para que en caso de emergencia sea muy fácil encontrarlos. Y cuentan con un caudal y una presión de agua específico. Así se garantiza que la cantidad de agua de la manguera, y la fuerza con la que se distribuye, son las suficientes para aplacar un fuego en el menor tiempo posible.
Tipos de hidrantes
Son dos los tipos de hidrantes que más se suelen instalar en el exterior de los edificios, y son los hidrantes de columna seca y los hidrantes de columna húmeda. Y además, hay otro tipo especial de hidrante que se instala solo en aquellos lugares donde el espacio es muy reducido y no es posible instalar ninguno de los otros dos. Este último tipo es el hidrante de arqueta, que se instala bajo tierra.
Los primeros, de columna seca, se caracterizan porque una vez que se han utilizado para apagar un fuego, se vacían por completo. Y si te estás preguntado el porqué, es para evitar que en los meses más fríos del año el agua que se queda dentro se congele y cuando haya que recurrir a su uso, no sea posible. Lo cual supondría un grave problema como ya te imaginarás.
Y por otro lado tenemos los de columna húmeda, que son los que se instalan en aquellas ciudades en las que no hay riesgo de heladas.
¿Quieres instalar un sistema de extinción de incendios pero no sabes cuál es el más adecuado para tu edificio?